lunes, 28 de mayo de 2012


Las nuevas fuentes de energía: el carbón y el hierro.

El carbón fue el combustible de la revolución industrial. Ya desde principios del siglo XVIII, su producción aumento hasta sustituir a la madera en la manufactura y en el aumento hasta sustituir a la madera en la manufactura y en el consumo domestico. La producción de hierro creció hacia 1780 debido a la utilización de hornos de coque –de mayor capacidad calórica- en reemplazo del carbón vegetal, y a la aplicación de la máquina de vapor. La producción de hierro se beneficia con innovaciones –como el pudelado y el laminado- que posibilitaron fabricar mas maquinas y herramientas. También, con el aumento de la demanda, provocado por la mecanización  de otras ramas  industriales y de la agricultura. El desarrollo de los transportes fue otro de los factores que incidió favorablemente en la producción de hierro.
Cuando el producto generado y la mano de obra ocupada por la minería –y la industria- superaron a la agricultura, se produjo el cambio estructural en la economía británica. Esto ocurrió en las primeras décadas del siglo XIX.

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